Bienvenid@s al sitio Oficial de la FUNDACIÓN MEDIAR

Fundación MEDIAR

Personería Jurídica Resolución Nº 0029-2011-MG

Presidenta Lic. María Isabel Recabarren

Vicepresidenta Prof. Miryam Jimenez

Destinada a la equiparacion de oportunidades, prevención y rehabilitación, eliminación de barreras a la participación y adecuación de la gestión del estado para personas con discapacidad.

El Arte de Vivir

Comenzá tu año como realmente querés y aprendé a mantener tu sonrisa.
El Curso de El Arte de Vivir «Happiness Program» te brinda herramientas para mantener una mente tranquila y enfocada, reducir el estrés y la ansiedad e incrementar tus niveles de energía. ¡Mejorá tu calidad de vida!
3 días 3 horas
en San Juan Córdoba 567 (oeste)
Viernes 27 de 19:30 a 23:00
Sab 28 y Dom 29 de 9:30 a 13:00

Dislexia, un trastorno invisible que ahora busca su propia ley

Por qué cambiará la vida de las personas con problemas de aprendizaje. Una iniciativa de la senadora María Laura Leguizamón busca proteger el derecho a la educación

Sara es mamá de Benjamín, de 9 años, que es disléxico. Desde hace años que trabaja diariamente junto a su hijo para que pueda memorizar lo aprendido esa tarde en el colegio. A pesar de las dificultades que encuentra, ella no se rinde.
«Ayer, terminamos agotados de repasar una y otra vez datos que su cabeza no va a retener y eso genera una angustia y una ansiedad difícil de manejar. Yo ya estoy grande, solo termino con dolor de estómago, pero él inexorablemente termina llorando. Y eso que él sabe que es disléxico, imaginate lo que sufre un chico que no lo sabe, que no tiene ni la más mínima idea de lo que le pasa», razonó Sara, con la voz quebrada.
Su drama es el de muchos padres argentinos, que se enfrentan a un desafío gigante, en el cual no siempre tienen el acompañamiento y la información necesaria para abordarlo.
La dislexia es un trastorno neurobiológico de origen genético, aceptada universalmente por la Comunidad Científica Internacional. Es la principal alteración de las llamadas «Dificultades Específicas del Aprendizaje» (DEAS), y es considerada la primera causa de fracaso escolar.
Los niños que tienen esta dificultad presentan sistemáticamente un sufrimiento oculto para los que lo rodean, llámense padres, docentes, médicos o especialistas, ya que la dislexia carece de características físicas, lo que la hace invisible para la mayoría de ellos: «Lo que no se ve, no existe«.
Un proyecto integrador
Un proyecto de la senadora de la Nación por el FPV, María Laura Leguizamón, busca que todo el conjunto de formadores tenga las herramientas para que las personas que sufren este trastorno tengan igualdad educativa con respecto al resto
El proyecto intenta que se declare de interés nacional el abordaje integral e interdisciplinariode los niños, niñas, adolescentes y adultos que presentan Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA).
Entre un 10 y un 15 por ciento de la población sufren este trastorno
«El objeto de mi iniciativa considera prioritario garantizar el derecho de la educación y a la salud de los niños, niñas, adolescentes y adultos que presentan Dificultades Específicas del Aprendizaje», explicó la senadora.
Entre los puntos principales se encuentran: dar prioridad a la oralidad, tanto en la enseñanza de contenidos como en las evaluaciones; otorgar mayor cantidad de tiempo para la realización de tareas y/o evaluaciones; asegurar que se han entendido las consignas, evitar las exposiciones innecesarias en cuanto a la realización de lecturas en voz alta frente a sus compañeros y que todo el equipo docente institucional -como promotores de los derechos de niños, niñas, adolescentes y adultos-, les otorgue igualdad de condiciones frente al derecho a la educación.
Según Leguizamón, «en el ámbito de la salud, este proyecto de ley, promueve la cobertura de todas las prestaciones necesarias para el abordaje integral e interdisciplinario en los sujetos que presenten dislexia y/o dificultades de aprendizaje, ya que las mismas estarán incluidas en el Programa Medico Obligatorio (PMO)».
Panorama en el país
En la Argentina, la Asociación DISFAM (Dislexia y Familia) fue creada en mayo del 2013, por un grupo de padres y profesionales que -al no encontrar una institución dedicada al tema- sintieron la necesidad de dar a conocer este trastorno con los avales científicos necesarios, a fin de «hacer visible lo invisible» y ayudar a los chicos disléxicos y a sus familias.
El doctor Gustavo Abichacra, médico pediatra y presidente del Comité Científico de DISFAM, aseguró que, «hoy podemos afirmar que entre el 10% y 15% de la población es disléxica, y que -a pesar de poseer capacidades cognitivas suficientes como para desarrollarse de manera correcta y destacarse en sus vidas-, al no contar con las herramientas necesarias, y al no estar contemplada adecuadamente, no podrán hacerlo».
 
«LA DISLEXIA, COMIENZA ENTONCES A SOCAVAR LA AUTOESTIMA DE ESTAS PERSONAS»
«No todos los disléxicos son iguales, existen aquellos que se encuentran profundamente afectados y aquellos en los que la dificultad puede pasar prácticamente desapercibida durante toda la vida. Pero en todos los casos, un correcto diagnóstico es necesario, ya que la falta de conocimiento propio o ajeno, lleva a interpretar erróneamente el problema, y suele atribuirse la causa de sus fracasos académicos a una falta de atención, a la ausencia de una práctica adecuada o, lo que es peor, a la carencia de capacidades cognitivas», advirtió el doctor Abichacra.
Gracias a la labor de DISFAM, a finales de 2013 en la provincia de Buenos Aires se logró la disposición 59/2013 que contempló por primera vez esta dificultad en la población escolar, y el pasado 26 de agosto, se presentó el «Proyecto de Ley sobre Dificultades Especificas del Aprendizaje» de la mano de la senadora Leguizamón.
Abichacra afirmó que, «tanto la Disposición 59/2013 que sólo rige para la Provincia de Buenos Aires, como la ley que abarcará toda la Nación, van finalmente a transformar el sufrimiento oculto en algo tangible, otorgándoles a todas estas personas la posibilidad de llegar a ser alguien en la vida, ya que poseen todos los atributos cognitivos como para lograrlo. La solución está en que el sistema se adapte a ellos y no ellos al sistema».
La obligatoriedad de la presencia de la temática en los programas de formación docente, la necesidad de la aplicación de las adaptaciones una vez realizado el diagnóstico y la obligación de cubrir los tratamientos por parte del Estado, son pilares fundamentales para que este grupo de niños alcance el rendimiento académico que merece y logre una correcta integración en los distintos grupos sociales.
La frustración de los chicos puede llevarlos a la depresión
En este sentido, la psicopedagoga Eleonora Lasala de Lanús, comenta: «otro pilar fundamental es la detección temprana (etapa preescolar); por lo tanto padres, pediatras, docentes y especialistas debemos estar muy atentos al desarrollo del lenguaje de los niños pequeños y en caso de dudas no esperar para realizar una consulta».
Numerosas investigaciones en todos los idiomas demuestran que una adecuada y temprana intervención ayuda a mejorar incluso a quienes más dificultades han evidenciado. Las psiquiatras Juliana Nieva y Mariana Ricciardi reafirman este concepto: «Las consecuencias emocionales en los niños con dislexia están relacionadas directamente con la no detección de la dislexia y por ende con la no intervención temprana. En otras palabras la intervención temprana mejora el pronóstico de la dislexia y ayuda a prevenir los trastornos emocionales asociados, como por ejemplo: la depresión«.
«Tenemos muy presente –continuaron las especialistas- el caso de un paciente adolescente que presentaba dislexia con un cuadro de depresión y signos de ansiedad asociados, que hubo que tratar psicológica y psiquiátricamente. Había abandonado el colegio y dejado de ver a sus amistades. Le costaba mucho hablar de lo que sentía pero refería ‘antes de volver al colegio me mato’. Desde niño tuvo dificultades en la lectoescritura y se vio forzado a cambiar de escuela varias veces. Si bien realizamos un abordaje multidisciplinario y presentó una muy buena evolución, sabemos que hubiera sido muy diferente la historia de este chico si la intervención en sus dificultades hubiera sido más temprana», concluyó Ricciardi.
El proyecto también defiende los derechos de los mayores
«Como mamá una siente alivio al saber que hay una ley que puede proteger a los niños frente a esta dificultad, pero también hay una realidad, tanto el proyecto de Ley como la disposición 59/2013, no son una solución automática al problema de estos chicos, y gran parte del trabajo debe llevarse a cabo por personas sin preparación previa, ya que salvo para aquellos profesionales abocados al tema, la dislexia aún es mal interpretada por gran parte de la comunidad que rodea a los niños», agregó Mónica, madre y miembro de DISFAM.
Entonces, ¿cómo podemos ayudar a las personas con dislexia y qué no debemos hacer?
La licenciada Lasala de Lanús dio algunas pautas sumamente útiles y fáciles de comprender:
«La primera ayuda es que tanto padres como educadores comprendamos la naturaleza de las dificultades de la dislexia. Ponernos en el lugar del que no aprende correctamente ya produce un cambio».
Es más importante valorar el esfuerzo que hacen las personas con dislexia antes que los resultados académicos que obtengan. Como dice el neurólogo francés Michael Habib, ‘el niño que no logra aprender es un niño que sufre por saberse diferente, incomprendido, por ver sus esfuerzos poco o nada recompensados y a menudo por ser considerado perezoso, displicente o simplemente oposicionista. Lo que otros realizan con aparente facilidad a él le exige esfuerzos sobrehumanos, que no son tomados en consideración’.
TANTO EDUCADORES COMO PADRES, TENEMOS QUE DARNOS CUENTA DE QUE NO SOLAMENTE APRENDEMOS A PARTIR DE LA LECTURA
En el aula:
1) Incorporar y permitir en los disléxicos el uso de la tecnología en el aula: lectores de textos, procesador de ortografía, libros digitalizados, utilizar grabadores, permitir el uso de la calculadora entre otros.
2) Lectura en voz alta: es muy importante no exponerlos frente al grupo de pares, en general, pedirles que lean en voz alta los avergüenza y les resulta muy estresante.
3) Trabajar explícitamente estrategias de comprensión lectora.
Para las evaluaciones:
1) El tiempo asignado para las evaluaciones tiene que ser contemplado en estos alumnos, ya que al leer más lentamente, no llegan a terminar los exámenes, a pesar de haber estudiado igual o más que sus compañeros.
2) Completar las evaluaciones de manera oral o reemplazar las evaluaciones escritas por orales los favorece.
3) En los exámenes escritos es importante que el tipo de letra sea clara y espaciada.
4) Utilizar consignas claras y cortas.
5) No penalizar, es decir bajar nota, por errores de ortografía que puedan cometer.
6) Anticipar los textos para que puedan procesarlos previamente al momento de la evaluación y que puedan destinar todos los recursos cognitivos a la comprensión de la lectura.
7) Evitar introducir cambios en la forma de configurar la evaluación, mantener el estilo que se ha practicado en clase.
8) Ofrecer supervisión al inicio del trabajo para asegurarse que comprendió la consigna.
«Sabemos que este es el puntapié inicial, para que se modifiquen muchas cosas, la capacitación docente, que los profesionales tengan otra mirada en el consultorio, que las obras sociales puedan cubrir los tratamientos pero, sobre todo, que estos chicos que son inteligentes, tengan la posibilidad de aprender, de ser comprendidos, de no ser erróneamente etiquetados y -sobre todo- que puedan sonreír cuando van al cole», finalizó Mónica.

Dislexia, un trastorno del aprendizaje ‘invisible’ que ahora tiene ley propia

La dislexia es el trastorno del aprendizaje que ocupa el primer puesto en el ranking que se diagnostica en las aulas argentinas. Ayer la dislexia y un colectivo de trastornos ‘Dificultades Específicas del Aprendizaje’ (DEA) logró sanción definitiva en Diputados con un proyecto de ley transformador de la senadora María Laura Leguizamón. Los detalles

La dislexia y otras dificultades del aprendizaje ahora serán contempladas por la Ley Federal de Educación. Así los alumnos adquirirán derechos, inclusión y diagnósticos más tempranos

¡Ahora somos visibles!, le dijo Pedro, disléxico de 14 años, a su mamá Flor, cuando se enteró de que la dislexia y un conjunto de trastornos del aprendizaje ya tienen una ley propia.

Desde ayer en la Argentina se produjo la sanción definitiva de la ley que declaró de interés nacional el abordaje integral e interdisciplinario de los niños y adultos que presentan Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA).

Sólo el que padeció o padece un trastorno del aprendizaje incluido en el colectivo DEA puede dimensionar la plenitud de la tarea cumplida.

¿Por qué son consideradas enfermedades invisibles? Porque se diagnostican tarde o de manera errónea; o peor aún, porque no son consideradas un trastorno escolar y se las confunde o minimiza como cuestiones de conducta y la escuela las aborda con sanciones disciplinares.

La intención superadora es que las dificultades del aprendizaje se incorporen finalmente dentro de la Ley Federal de Educación 26.206, como hace más de 30 años ya ocurre en otros países como Estados Unidos e Inglaterra. Y más cerca en la región con nuestros vecinos, Chile y Uruguay.

 En la actualidad, en nuestro país los trastornos del aprendizaje siguen envueltos en debates psicologistas, restándoles especificidad y ampliando la desinformación que aún sobrevuela entre padres, escuelas y especialistas.

Es importante que la escuela no discrimine ni subestime a los alumnos que padecen DEA . Este grupo de trastornos pueden ser incorporados al aula con sus ritmos y modalidades específicas de enseñanza.
Es importante que la escuela no discrimine ni subestime a los alumnos que padecen DEA . Este grupo de trastornos pueden ser incorporados al aula con sus ritmos y modalidades específicas de enseñanza.

Muy cerca de la Ley

La Cámara de Diputados de la Nación aprobó ayer con sanción definitiva el proyecto de ley elaborado por lasenadora María Laura Leguizamón -que ya venía con media sanción del Senado- que apunta a garantizar el derecho a la educación de los niños, niñas, adolescentes y adultos que presentan dificultades específicas del aprendizaje (DEA). «Es una alegría inmensa que el Congreso haya dado un paso hacia la igualdad de derechos en la educación», expresó Leguizamón cuando conoció la noticia en el recinto. Una mirada integradora nos permite pensar también en la calidad educativa, en la capacitación de los docentes y, sobre todo, en las oportunidades para nuestros niños y niñas».

El objetivo es la detección temprana de las personas que padecen este síntoma, la capacitación docente para incrementar los conocimientos sobre cómo abordar la situación, la adaptación curricular y la difusión de la problemática para la detección temprana.

La sanción definitiva que se logró ayer en Diputados ya contaba con la sanción de Senadores. El proyecto lo presentó la senadora Leguizamón y apunta a garantizar el derecho a la educación de los niños, adolescentes y adultos que presenten DEA

La sanción definitiva que se logró ayer en Diputados ya contaba con la sanción de Senadores. El proyecto lo presentó la senadora Leguizamón y apunta a garantizar el derecho a la educación de los niños, adolescentes y adultos que presenten DEA

«Eso no implica otorgar ventajas frente a sus compañeros, sino ponerlos en igualdad de condiciones frente al derecho constitucional a la educación», advirtió Leguizamón.

Gustavo Abichacra, médico pediatra y presidente del Comité Científico de la Asociación Dislexia y Familia (DISFAM) explicó a Infobae: «La dislexia es un trastorno del lenguaje, de la comunicación de origen neurobiológico, hereditario, relacionado con una anomalía en la migración neuronal. Consiste en la aparición en forma inesperada de una imposibilidad de una lectura fluida, exacta y automatizada. Es una dificultad para decodificar un código auditivo en código visual. El pensamiento del disléxico es como una película continua que se interrumpe cada vez que aparece una palabra abstracta, y el 50% de nuestro vocabulario está compuesto de esa forma».

Antes de conocerse el origen de la dislexia, a estos niños se los consideraba «inmaduros» en el aprendizaje y generalmente iban a un tratamiento psicológico para aceptar sus limitaciones.

Una lista aún con pendientes 

Los trastornos del aprendizaje que se engloban bajo las DEA y que más se visualizan hoy actualmente en las escuelas argentinas son los  trastornos de déficit atencional y conducta disruptiva; trastornos de la comunicación (trastorno en el lenguaje expresivo y comprensivo, entre otros); problemas en la adquisición del cálculo (discalculia del desarrollo), de la lectura (dislexia del desarrollo) y de la expresión escrita (disgrafía del desarrollo). Y en menor medida, se observan algunos casos de trastorno generalizado del desarrollo.

La peor noticia es que aún hoy la mayoría de los niños con trastornos del aprendizaje en la Argentina reciben en la escuela y en su casa un diagnóstico tardío y erróneo, e incluso un subdiagnóstico.

Al alumno disléxico es esencial integrarlo con su metodología al resto del aula para fortalecer su autoestima y su proceso del aprendizaje (Shutterstock)

Al alumno disléxico es esencial integrarlo con su metodología al resto del aula para fortalecer su autoestima y su proceso del aprendizaje (Shutterstock)

En los fundamentos del proyecto de ley figura que la falta de un diagnóstico adecuado trae aparejado una serie de consecuencias para las personas con Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA) entre ellas la incomprensión de los que lo rodean -padres, profesores y compañeros-, la sensación de fracaso a pesar del esfuerzo que hacen o la falta de reconocimiento de este esfuerzo. Todo esto lleva a menudo a estos niños a sufrir ansiedad, depresión, síntomas psicosomáticos y trastornos de conducta.

La ley vigente de Educación Nacional (26.206)  establece como principio rector la inclusión educativa y respeto por las diferencias de los sujetos del sistema educativo, brindando a las personas una propuesta pedagógica que permita el máximo desarrollo de las posibilidades de las personas, la integración y el pleno desarrollo de sus derechos.

La inclusión requiere, en primer lugar, atender las situaciones que producen obstáculos para el acceso de los alumnos al sistema educativo, su permanencia, tránsito y egreso. Se trata de interpelar las prácticas y sentidos instalados que generan estigmatización, que etiquetan a los niños, niñas, adolescentes, y adultos y terminan en la vulneración de su derecho a la educación.

Pero aún hoy no se entiende que «la dislexia es un desorden del lenguaje» que incide en el aprendizaje de la lectura y escritura a edades tempranas (a partir de los 4 años), debiendo ser enseñada a través de una estimulación sistemática y gradual.

Desde la etapa del preescolar-primer grado  es posible apreciar pequeños detalles o signos que pueden hacer sospechar que un niño es disléxico (Shutterstock)

Desde la etapa del preescolar-primer grado  es posible apreciar pequeños detalles o signos que pueden hacer sospechar que un niño es disléxico (Shutterstock)

No es una discapacidad sino una dificultad específica que debe ser reconocida antes del ingreso a 1er. grado. Su origen no es un problema emocional, es una falta de habilidad a nivel fonológico y sintáctico de la lengua. Es una dificultad en la conversión grafema-fonema (letra-sonido) de manera dinámica, para alcanzar la precisión y velocidad en la lectura  que permite acceder a la comprensión lectora.

La dislexia no tratada adecuadamente está en la base de un círculo vicioso que hace que un problema que inicialmente podría estar limitado a la adquisición de la lengua escrita se transforme progresivamente en un problema que invade la vida entera del disléxico.

El proyecto de la senadora Leguizamón apunta a integrar al disléxico en el marco escolar normal que justamente consiste en sentarlo en una aula con todos los otros estudiantes y no dejarlo que se las arregle como pueda.